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Si te preguntásemos por un ejemplo de buen comunicador, posiblemente pensarías en un político, un periodista o alguien que trabaja en publicidad. Pero saber comunicar con acierto aquello que pensamos no es sólo una destreza para alcanzar el éxito en determinadas profesiones.

Las habilidades comunicativas también nos ayudan en nuestro día a día a resolver conflictos, ganarnos la confianza de otras personas o fortalecer el respeto mutuo.

¿Qué son las habilidades comunicativas?

¿Cuántas veces has tenido una buena idea y no has conseguido que tu interlocutor le prestase la atención que merecía? o ¿cuántas veces te han dado la solución a un problema pero no has sido capaz entenderla? Las habilidades comunicativas son un conjunto de elementos que forman parte del lenguaje verbal (palabras) y no verbal (gestos, posturas, contacto visual) que nos permiten expresar con acierto aquello que pensamos y a su vez comprender lo que nuestro interlocutor nos quiere transmitir.

Teniendo en cuenta que la comunicación es una actividad transversal, nuestras relaciones sociales, laborales e interpersonales están condicionadas por estas habilidades comunicativas.

Algunas ventajas de trabajar en ellas son las siguientes:

  • Fomentar el respeto: las personas están más abiertas a valorar nuestras ideas si las expresamos con respeto. Mantener el contacto visual o evitar preguntas indiscretas cuando no conocemos bien a la persona, son algunos ejemplos de un buen uso de las habilidades comunicativas que podemos utilizar en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, sobre todo en el entorno laboral donde la comunicación respetuosa es fundamental.
  • Establecer relaciones: las habilidades comunicativas también nos ayudan a mejorar nuestras relaciones de pareja o a hacer amigos. Trabajar aspectos como la empatía, la escucha activa o incluso el sentido del humor, nos servirá para hallar el modo de encaminar la conversación hacia un cauce de positividad y afectividad.
  • Transmitir seguridad y generar confianza: la asertividad es una habilidad esencial en las relaciones interpersonales. La comunicación asertiva hace que seamos capaces de expresar nuestros puntos de vista transmitiendo seguridad y confianza en aquello que decimos. También es importante mantener un equilibrio con los intereses del otro para que la comunicación sea constructiva. Una persona que trabaja sus habilidades comunicativas sabe escuchar, y esto a su vez genera confianza en los demás.

Principales habilidades comunicativas que deberías potenciar.

Estas son algunas habilidades comunicativas que pueden ayudarte en tu día a día:

Escucha activa

Muchas veces sólo oímos a nuestro interlocutor, sin prestar realmente atención a sus ideas y pensamientos. Para practicar la escucha activa debemos poner el foco en las palabras y los gestos de la persona que nos habla, tratar de razonar su discurso y no interrumpir hasta que haya terminado de hablar. El objetivo es demostrar que hemos entendido su mensaje antes de expresar conformidad o disconformidad.

Empatía

Para que la comunicación sea eficaz es imprescindible ponerse en el lugar del otro y tratar de entender su punto de vista y sus emociones en ese momento. Es una de las habilidades sociales más importantes ya que mejora la convivencia con los demás.

Concentración

Un buen comunicador debe ser capaz de transmitir su mensaje sin que elementos externos o internos (pensamientos propios) lo distraigan. Este es otro aspecto que podemos trabajar gracias a la psicoterapia.

Lenguaje no verbal

El contacto visual, la postura o las expresiones faciales son también formas de comunicar. Un estudio realizado por Albert Mehrabian en la década de los sesenta, afirma que en una conversación cara a cara sólo un 7% de la información se transmite por canales verbales, mientras que un 55% tiene que ver con la comunicación no verbal (gestos, proyección del cuerpo, etc.) y el otro 38% estaría relacionado con la comunicación paraverbal (tono de la voz).

“El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no vebal para comunicar estados y actitudes personales” – afirma Mehrabian.

La comunicación no verbal influye de forma muy notable tanto en la recepción del mensaje como en la validación del emisor como fuente fiable de información.

Un ejemplo de esta teoría fue el primer debate televisado de la historia que tuvo lugar el 26 de septiembre de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon. Sondeos posteriores al debate dieron como ganador a Kennedy entre los espectadores que pudieron ver el debate por televisión, mientras que los que lo escucharon por la radio daban como favorito a Nixon. Kennedy dominaba mejor el lenguaje corporal demostrando seguridad y confianza.

A día de hoy, la comunicación no verbal sigue teniendo una gran repercusión en el discurso político y se ha comentado el lenguaje corporal de Biden frente a Trump. Uno de los gestos más utilizados por el actual presidente de los Estados Unidos es el de los brazos abiertos (abrazo simbólico) que denota unidad y conciliación. Frente a su oponente, Biden también demostraba expresiones faciales de angustia e introspección al hablar de “guerra interna en el país” o conflictos.

Realmente, en cualquier aspecto de nuestra vida, el lenguaje no verbal es importante para tender puentes o acompañar la seguridad de nuestras palabras.

Lenguaje verbal

Es aquel que utiliza las palabras como canal para hacer llegar nuestro mensaje. Aquí no sólo es importante trabajar la estructura del discurso sino también los aspectos paraverbales del lenguaje (si utilizamos un tono demasiado elevado, si vocalizamos correctamente o si hablamos de forma rápida o más bien pausada).

Un mensaje estructurado, pausado y con la entonación correcta será fácilmente comprendido y recordado por nuestro interlocutor. En el caso de que nos encontremos en presencia de él, es importante apoyarse en un lenguaje corporal adecuado al contenido de nuestras palabras.

Persuasión

Es una habilidad muy valorada en el mundo de los negocios, profesionales de las ventas o del marketing. Consiste en presentar nuestros argumentos de tal forma que tengan un impacto positivo en el comportamiento del interlocutor. No debe confundirse con la manipulación que implica acciones de distorsión mental y explotación emocional para ejercer el control sobre una persona.

Negociación (resolución de conflictos)

Los conflictos interpersonales son inevitables; se dan en la familia, en el entorno laboral o en las relaciones de pareja siempre que dos o más personas tienen intereses parcialmente enfrentados. Para aprender a manejar los conflictos de una manera sana debemos rechazar las formas hostiles de comunicar y adoptar una actitud calmada y respetuosa.

Algunas personas optan por inhibirse y no afrontar los conflictos. Esto tampoco es una solución, ya que con el tiempo se podrían crear resentimientos y malos entendidos.

Humor

Es un buen aliado para rebajar la tensión de las conversaciones en determinados momentos y crear contextos amigables. Algunos individuos tienen un don innato para el humor mientras que otros no son tan hábiles para hacer bromas o saber encajarlas, pero todos podemos trabajar en este aspecto y aprender cuáles son las situaciones en las que podemos recurrir al humor.

Formas de comunicación según la actitud que adoptamos ante nuestro interlocutor.

Teniendo en cuenta la actitud que un hablante adopta ante su interlocutor, hablamos de tres tipos de comunicación: agresiva, asertiva y pasiva.

  • Comunicación agresiva: adopta una actitud defensiva para hacer valer sus ideas por encima de las de los demás. Tiende a no realizar una escucha activa y se caracteriza por su poca empatía.
  • Comunicación asertiva: los pensamientos (positivos o negativos) se expresan con transparencia y honestidad. Se caracteriza por la empatía y la escucha activa del interlocutor. En general, esta es la forma de comunicación más eficaz en nuestras relaciones interpersonales.
  • Comunicación pasiva: tiende a no expresar desacuerdo u opiniones enfrentadas a las de su interlocutor para no crear situaciones incómodas. Repercute negativamente  ya que genera sensaciones de insatisfacción y tristeza al no poder expresar los propios deseos.

Las habilidades comunicativas se pueden entrenar y mejorar gracias a la psicoterapia. En los últimos años, dominar estas herramientas se ha convertido en una preocupación común entre los CEO’s de muchas empresas que necesitan asumir un rol de liderazgo para impulsar sus proyectos.

No es necesario tener ningún problema con el uso del lenguaje para que decidamos entrenar las habilidades comunicativas y mejorar así nuestras relaciones interpersonales en cualquier ámbito de la vida.

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