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El trabajo es una parte esencial en la vida de toda persona. Se calcula que los seres humanos trabajamos un promedio de 90.000 horas a lo largo de nuestra vida. No es extraño por lo tanto sentirnos algo descolocados ante los cambios de rutina. Una manifestación habitual es el síndrome de estrés post-vacacional que afecta a entre un 25% y un 30% de los trabajadores en activo.

El síndrome de estrés post-vacacional no está considerado como un trastorno psiquiátrico sino como un trastorno adaptativo. La vuelta al trabajo trae consigo prisas, cambios de horario, presión laboral, etc. Todo esto se refleja en un estado de tristeza y apatía al terminar las vacaciones. Normalmente se trata de algo transitorio, pero que afecta a nuestro bienestar emocional y por eso es conveniente seguir una serie de pautas que harán más sencilla la vuelta a la rutina.

¿Quiénes son más vulnerables?

Según señalan las estadísticas, el síndrome de estrés post-vacacional es más frecuente en personas menores de 45 años y sobre todo en mujeres, debido a las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral.

Además, afecta en mayor medida a los trabajadores que no se sienten a gusto en su puesto de trabajo.

Los niños y adolescentes también son un grupo de riesgo. Pueden sufrir ansiedad cuando se acerca la vuelta al colegio y a las actividades escolares, sobre todo en casos de acoso escolar.

Síntomas del síndrome de estrés post-vacacional.

Pueden presentarse síntomas físicos y psicológicos.

  • Cansancio generalizado
  • Falta de apetito
  • Irritabilidad
  • Dificultades para conciliar el sueño.
  • Ansiedad
  • Problemas de concentración
  • Tristeza y desgana

En los casos más graves pueden aparecer síntomas de estrés agudo: palpitaciones, sudoración o aumento de la frecuencia cardíaca.

El estrés laboral y sus repercusiones en la salud física y mental.

Lo cierto es que el estrés laboral está infravalorado en la sociedad actual, pero puede llegar a convertirse en un problema serio de salud con síntomas físicos como la hipertensión y el desarrollo de cardiopatías.

Los continuos cambios en las plantillas, las reducciones de personal, las reconversiones de departamentos, la presión, la falta de comunicación en el trabajo o la ausencia de proyectos son algunas de las causas de que provocan estas sensaciones de angustia y desidia.

Los empleados que trabajan en un ambiente cargado de tensión rinden menos y se enferman más. Algunas empresas ya están integrando programas de intervención psicoterapéutica para tratar estos síntomas depresivos entre los trabajadores y lograr que se sientan motivados en el plano laboral y personal.

¿Cómo reducir el estrés a la vuelta de vacaciones?

Intenta que los primeros días de vuelta al trabajo sean agradables.

Antes de incorporarte:

  • Regresa con unos días de antelación a tu residencia. No vayas directamente del hotel a la oficina.
  • Normaliza el horario de forma progresiva.
  • Recupera poco a poco tus hábitos alimentarios.
  • Planifica tu agenda laboral priorizando lo más inmediato.

Al incorporarte:

  • Introduce los cambios de manera progresiva.
  • Si es posible evita las reuniones de trabajo durante los primeros días.
  • No te lleves trabajo extra a casa.
  • Practica ejercicio físico de forma moderada.
  • Huye de las comidas copiosas y del exceso de café.

¿Cuándo acudir a un psicólogo?

Tras este breve periodo de adaptación que dura unos 15 días, los síntomas del estrés post-vacacional desaparecen por sí solos. Pero en ocasiones se perpetúan porque existe un cuadro depresivo o de ansiedad y la vuelta al trabajo ha venido a agravar su patología.

Si el síndrome de estrés post-vacacional es incapacitante o se prolonga en el tiempo es necesario buscar ayuda profesional.

¿Quieres comentarme tu caso? Contacta conmigo y comenzaremos a trabajar juntos en tu bienestar emocional.

Créditos imágenes: pch.vector en Freepik

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